En septiembre de 2015, 193 países aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Asamblea General de Naciones Unidas. Unos objetivos que conforman la llamada Agenda 2030, una agenda universal ambiciosa que sitúa los derechos humanos de todas las personas en el centro, sin dejar a nadie atrás.

Dentro de los objetivos de esta agenda del desarrollo, uno de los principales es luchar contra el cambio climático y la lucha por reducir la producción de gases invernadero.

La huella climática y el hormigón.

No podemos negar que el desarrollo de las sociedades modernas no hubiera sido posible sin el uso del hormigón. Tanto es así que hoy en día es el material más utilizado del planeta. Para hacernos una idea de la escala de la que estamos hablando, en el mundo se tarda menos en llenar 19.000 bañeras de hormigón que el tiempo que se tarda en leer este artículo.

En definitiva el hormigón es parte fundamental del desarrollo moderno y del mundo que hoy conocemos.

Semejante importancia y volumen nos hace entender que es fundamental acotar el impacto medioambiental de un material al que se le calcula, tomando todas las fases de la producción, responsable de entre el 4% y el 8% del dióxido de carbono (CO2) mundial.

En Frumecar somos muy conscientes de esto y trabajamos sin descanso para reducir la huella de carbono de las plantas de hormigón.

Para ello estamos aplicando a nuestras plantas, desde hace más de una década, estrategias clave para reducir la huella de carbono y obtener un alto impacto en la adaptación climática de la construcción. Tenemos presente desde nuestros inicios que nuestros productos deben satisfacer las necesidades del presente de la construcción sin comprometer a las futuras generaciones.

Estas plantas deben tener como objetivo principal reducir el impacto medio ambiental de la construcción:

– Reciclando los desechos del hormigón.

– Mejorando la eficiencia energética de todos los procesos.

– Reduciendo al máximo el consumo de recursos.

El reciclaje.

Una de las estrategias fundamentales para reducir ese impacto es el reciclaje del material que nos permite aumentar el uso útil del mismo. El hormigón reciclado está fabricado con áridos reciclados y agregados que tienen su origen en la trituración de residuos procedentes de otras infraestructuras. En este sentido, hay que tener en cuenta que una construcción de hormigón no suele pasar de los 30 años de vida útil atendiendo a las demandas del mercado y de esta manera se aumenta considerablemente esa cifra ocasionando una reducción considerable de la fabricación de nuevo material.

Para ello en Frumecar estamos realizando las siguientes acciones

• Añadir nuestros recicladores diseñados y optimizados para esta función.
• Incluir moldes para el reciclado de residuos, fabricados con los materiales actuales o con nuevos materiales procedentes de fuentes recicladas.
• Utilizar las funciones de K2 para el reciclado de los sobrantes de obras como nuevos hormigones.

Eficiencia energética.

Otra estrategia fundamental para combatir la huella climática es optimizar cada vez más desde un punto de vista del consumo energético todos los procesos implicados, para ello Frumecar esta desarrollando las siguientes mejoras;

• Inclusión de un modo ECO en el modelo de funcionamiento de la planta para reducir al máximo el gasto energético. Incluyendo arrancadores progresivos para conseguir un modo de bajo consumo en las mezcladoras de hormigón, arranques de cintas y sobre todo posibilitando un control más exacto de los errores en la dosificación de los materiales, consiguiendo ahorrar hasta 10 kilos de cemento por ciclo de carga y ajustando al mínimo el desperdicio de las demás materias primas.
• Cambio de motores tradicionales por los nuevos modelos de máximo rendimiento indicados por la normativa.
• Utilizando un avanzado sistema de control de la presión en las bombas de agua que permite optimizar el tiempo de funcionamiento, reduciendo los ciclos de arranque y parada y consiguiendo un ahorra de energía de hasta el 15% en el funcionamiento diario de este sistema.

 Reducir el consumo de recursos.

Por último, pero no menos importante, la reducción de recursos mediante la innovación y últimos avances tecnológicos aplicados a plantas de hormigón, permiten optimizar los recursos siendo más competitivos y mucho más amables con el impacto medioambiental. En Frumecar y nuestro departamento de innovación trabaja para ofrecer las mejores soluciones como;

• El sistema de control inteligente de Frumecar K2 es capaz de manejar con eficiencia máxima y efectividad máxima las dosificaciones de todas las materias primas consiguiendo reducir los errores de dosificación a menos de un 1%, evitando el desperdicio de los recursos que tan valiosos resultan para nuestro medioambiente.
• Plantas preparadas para trabajar completamente digitalizadas eliminando el consumo de papel.
• Nuestras plantas poseen un sistema de plegado que permite optimizar el transporte hasta destino y reducir la huella de carbono de la puesta en destino de manera drástica.
• El sistema Frumecar Cloud permite mediante la nuestra aplicación de mantenimiento Care alargar el ciclo de vida de nuestros productos hasta un 20% consiguiendo el incremento de la vida útil en la maquinaría ya existente y en la de nueva creación. Por este motivo, las plantas de Frumecar cada vez están cobrando una mayor relevancia entre los profesionales del sector de la construcción.
• Realizamos estudio de la huella de carbono de nuestras plantas que proporciona información sobre las emisiones estimadas de gases de efecto invernadero de todos los materiales fabricados, transporte y ensamblados para un proyecto, y los costes de mantenimiento y fin de vida de los materiales.
• Mejora continuada de nuestro sistema productivo, minimizando los recursos de materia prima y gestionando adecuadamente los residuos que generamos.
• Mejora de nuestras instalaciones, contribuyendo al ahorro energético y aprovechando los recursos naturales, como la luz solar, tanto en uso directo para iluminación, como en la transformación en paneles fotovoltaicos.

En definitiva, en Frumecar luchamos cada día para que satisfacer las necesidades actuales en un sector tan estratégico y clave para el desarrollo como es el del hormigón, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico y la preservación de la biodiversidad.